PANTONEMAGENTA

No existen colores de niño o de niña, los colores no tienen género

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“¿Tiene ésto pero para niño?” (sosteniendo una prenda o cosa rosada) “Me encanta pero ¿hay de niña?” (sosteniendo una cosa o prenda celeste) es tan común escuchar este tipo de comentarios al referirse especialmente a colores, y son tan erróneos, a menos que se hable de un pañal con absorción frontal específica para niños y absorción central para niñas por ser una necesidad puramente biológica, y aún así no creo que el mundo se acabara por ponerle un pañal con protección central a un niño o viceversa. Honestamente no creo que haya nada específico para cada género.

Los niños vienen al mundo completamente nuevos, libres y puros y somos los papás y adultos quienes nos encargamos de reforzar esa libertad y pureza o por el contrario llenarlos de traumas e información y aprendizajes inútiles, innecesarios y dañinos.

El tema de los colores y las figuras diferenciadas por género es algo que, personalmente, me molesta muchísimo. A mí me encanta el rosado, el magenta es mi color favorito y el rosado pastel me fascina, pero no me fascina porque el rosado sea para mujer y yo soy mujer, me gusta porque me gusta y ya está.

El cuarto de nuestra hija está pintado de un azul, comúnmente llamado azul marino, hermoso… y es niña, así es, le encanta y generalmente el azul es un color que desde siempre ha llamado mucho su atención. No existen colores de niños ni colores de niñas, tampoco las sirenas, bailarinas de ballet y princesas son exclusivas de los niñas, ni los robots, dinosaurios y astronautas de los niños, está bien que las niñas sean astronautas y jueguen con dinosaurios, seguramente Valentina Tereshkova, la primera mujer en viajar al espacio era esa niña que jugaba a ser astronauta. Y también está bien que los niños jueguen y les gusten las sirenas, las princesas y las bailarinas, seguramente también Degas, el pintor de bailarinas de ballet más famoso de la historia, era un niño que soñaba con el ballet… y si alguien se escandaliza con lo que acabo de decir, permítanme decirle se autoexamine porque está mal y algún fuerte trauma le afecta demasiado… seguramente homofobia.

Valentina Tereshkova

Valentina Tereshkova

La clase de danza, la obra de bailarinas más famosa de Edgar Degas.

La clase de danza, la obra de bailarinas más famosa de Edgar Degas.

En este mundo no existe nada exclusivo de ningún género, a quien le guste que lo use, así de simple. En cuanto colores, el uso de los típicos rosado y celeste, uno para niñas y otro para niños y “dios nos guarde” que sea al revés es una convención puramente arbitraria súper reciente, porque fue hasta después de la segunda guerra mundial que se usó de esa manera para distinguir a niños y niñas, de hecho fue hasta los años 70’s y 80’s que se estandarizó y que antes de la segunda guerra mundial la convención de colores había sido al revés, el rosado para niños y el celeste para niñas.

Lo mismo pasa para las figuras como las princesas, las sirenas o hasta el maquillaje, que son estigmas que a alguien, sin mucho oficio ni mucha inteligencia ni conocimiento de la historia, decidió que fueran exclusivas de las niñas. Respecto al maquillaje… los hombres lo usan el 4,000 AC en Egipto, y no lo usaban discretamente ¡para nada! delineador negro en los ojos y labios rojos al máximo, como dato de cultura general.

Somos los papás los que podemos crear rupturas irreparables en nuestros hijos al decirles “no! eso es de niña” o “no mija eso es de niño ni se te ocurra”, en un mundo donde hay mujeres y hombres astronautas, mujeres y hombres pilotos, mujeres y hombres CEOs, mujeres y hombres primeros bailarines del ballet de Bolshoi, no seamos los padres el primer freno para que nuestros hijos sean lo que deseen ser y empezando con los colores, llamémoslos por su nombre y no por una clasificación inventada como “de niños o de niñas”.

Rudolf Nureyev, el mejor balletista de la historia.

Rudolf Nureyev, el mejor balletista de la historia.