La magia de parecer un pájaro, sentir los primeros rayos de luz del día, experimentar volar en la paz absoluta con el sol naciente a un lado y la luna del otro, avanzar y darte cuenta que te adentras en la ciudad monumental donde “fueron hechos los dioses” según los nahuas, la Ciudad del Sol. Y precisamente sobre el Templo del Sol volamos, fue algo verdaderamente extraordinario, excepcional y espectacular, sobre todo porque que ya no es posible subir ninguna de las pirámides por motivos de conservación… ésta, es la única manera de estar en el tope de ellas, en un viaje en globo sobre la ciudad.
En el 2,015 en Turquía vimos con Jorge los tours a Cappadocia para volar en globo, pero amamos tanto Istanbul que no quisimos dejar la ciudad. En febrero del 2,017 visitamos con Jorge, Teotihuacán por primera vez, yo iba embarazada con Carmela y por eso no pudimos hacer el viaje en globo, lo dejamos en la lista de pendientes. En el 2,019 que fuimos con Carmela a México, ella aún estaba muy pequeña para poder volar y fue nuestro décimo aniversario el motivo perfecto para volver y poder volar.
Las restricciones para volar son pocas pero muy importantes:
- No pueden abordar mujeres embarazadas, personas con afecciones cardiacas o personas que hayan sido operadas recientemente.
- No pueden abordar personas en estado de ebriedad o que hayan consumido alguna sustancia.
- No pueden abordar personas que no puedan mantenerse de pie o que no puedan subir y bajar de la canastilla del globo por sí solas.
- La edad recomendada para niñ@s, es a partir de 5 años aunque la edad mínima son 4 años pero, deben medir más de 1.20 metros. L@s niñ@os deben ir de pie en la canastilla del globo, no pueden ser cargados por un adulto.
Contratamos a la empresa Aerodiverti (la mención no es publicidad, nosotros contratamos y pagamos por sus servicios la tarifa completa. Hago la mención para facilitarles la planeación de su viaje porque la calidad del servicio de esta empresa fue excelente y por eso los recomiendo).
El paquete que compramos, fue un paquete completo que incluye:
- Traslados de ida y vuelta CDMX – Teotihuacán / Teotihuacán – CDMX (el punto de encuentro fue el Ángel a las 5 am. y regresamos al mismo punto a las 4pm.)
- Coffee break
- Vuelo compartido. Compartimos el globo con otras 3 parejas. La canastilla del globo es bastante grande, tiene 4 compartimentos en cada esquina de la canastilla, así cada grupo tiene su propio espacio y se evita caminar dentro del globo de un lugar a otro. En el compartimento central va el capitán al mando. (Hay también vuelos privados disponibles).
- Vuelo de 30 a 60 minutos dependiendo del viento.
- Brindis al final del vuelo.
- Certificado de vuelo.
- Desayuno buffet.
- Visita a zona arqueológica de Teotihuacán. (Incluye el valor de la entrada al parque arqueológico, el costo de guía es opcional y es extra).
El precio por persona fue de MX$3,000 (USD$160 aprox.), l@s niñ@s pagan MX$2,800 (USD$150 aprox.) y la tarifa de los servicios del guía fueron de MX$500 por persona (USD$26 aprox). Nuestro guía fue Martín Mota, guía certificado +(521) 55 3263 7738.
Valió totalmente la pena porque al no poder subir ya a las pirámides, el recorrido se vuelve más rápido y con él además de recorrer Teotihuacán, fuimos al Palacio de Tepantitla y a las cuevas conectadas con la Pirámide del Sol, que el acceso se encuentra fuera del parque arqueológico de Teotihuacán. Martín es todo un personaje y su recorrido es muy ameno, si viajan con niñ@s deseosos de aprender, el acompañamiento de un guía como Martín es necesario.
Algunas recomendaciones importantes sería, ir bien abrigados porque el amanecer en el desierto es muy muy muy frío y luego ir con ropa más ligera para el recorrido en Teotihuacán, aunque es vital protegerse del sol e hidratarse porque es muy muy muy fuerte durante el día.
El viaje en globo fue verdaderamente fascinante, Jorge, Carmela y yo lo gozamos al máximo, es algo que nunca antes habíamos experimentado, cuando el capitán deja de “activar el fuego” es un silencio total, una paz exquisita, es como ser un ave y volar… sobre el desierto. Ver el amanecer, el paisaje, compartir el cielo con otros cien globos que parecen burbujitas flotantes es mágico… cualquier frase se queda corta y no es posible explicarlo solamente con palabras.
Tuvimos la gran fortuna de tener un clima perfecto, lo que permitió tener un viaje completo de 60 minutos y lograr volar sobre la cima de la Pirámide del Sol. El trayecto y el viaje en general dependen del viento, el capitán es el instrumento humano que hace que el globo despegue, se mantenga en vuelo y al final aterrice de la manera más segura posible, pero quien manda es el clima con el viento. No es posible planear pasar sobre las pirámides, ni siquiera planear dónde se aterrizará, todo depende del viento. Por eso es que no se puede volar sobre la selva, por ejemplo, ya que deben existir múltiples opciones de zonas de aterrizaje y por esa razón el desierto alrededor de Teotihuacán es perfecto.
Los globos vuelan durante todo el año, y según le pregunté al experimentado capitán con 18 años de experiencia, únicamente un aproximado de quince días al año no es posible volar y es necesario cancelar los vuelos por seguridad. Como ya había mencionado y repito, no depende de ellos sino de la naturaleza. Además en la zona aunque han habido accidentes, nunca han sido mortales. Y es que en mi humilde opinión, esta experiencia parece fácil pero la fuerza de la naturaleza lo hace extremo. El globo es inmeso, cada globo tiene un equipo de entre 10 y 12 hombres que preparan los globos, los inflan y luego en comunicación con el capitán, siguen al globo por tierra en un pequeño camión, donde llegan al área de aterrizaje y al ir bajando el globo tiran de las amarras para lograr “anclarlo” a tierra mientras luchan con el poder del viento. Al momento de aterrizar debíamos agarrarnos de las cuerdas dispuestas para ello, flexionar rodillas y prepararnos para el contacto con tierra. Aunque fue tranquilo gracias a las maniobras del equipo, es algo un tanto salvaje, como cuando un caballo desbocado debe ser frenado… aunque la maniobra sea muy profesional, todo puede pasar porque es luchar con el mismo poder de la naturaleza. Lo cual hace que la adrenalina de la aventura sea mayor y la emoción crezca.
Me preguntan si recomiendo la experiencia, por completo, es algo verdaderamente cinematográfico que si lo hemos visto, ha sido únicamente en las películas o imaginado, gracias a algún cuento de buenas noches que alguna vez nos leyeron de chiquit@s, es algo mágico que nos sorprende, es como volver a ser niñ@s y vivir algo que aunque imagináramos, no teníamos una verdadera idea de cómo sería la experiencia… y si lo volvería a hacer, ¡por supuesto! Y me encantaría volver a compartirlo con mis amores, quienes potencializan la maravilla de lo vivido.