Hace poquito más de dos meses Kids Market Magazine me invitó junto con Futeca SportGym y She Empowered a formar parte de un reto: volver al gimnasio y tener un estilo de vida más saludable, sin pensarlo dije que sí, a pesar que el deporte y el ejercicio no es lo que más me gusta en el mundo, aunque si amo la bicicleta y caminar, se sin duda que es una práctica necesaria en la vida de todo humano por ser excelente para la salud y el bienestar personal.
Al iniciar fijamos nuestros propósitos, los míos fueron:
- Comenzar el proceso de vuelta a mi peso pre embarazo, esto se traduce en perder 30 ó 25 libras, porque es así como más me gusto y es la talla de toda mi ropa divina. Durante el embarazo no subí tanto de peso, subí bastante después de la histerectomía que me practicaron a los cuatro meses del parto. De hecho en el primer mes de embarazo perdí cinco libras, fui a trabajar a Paris casi un mes y a pesar que comí todo ese tiempo como reina ¡es Paris, es imposible no comer como si no existiera mañana! caminaba tanto y andaba tan de arriba a abajo que bajé de peso, cinco libras en un mes y estando embarazada es bastante.
- Recobrar elasticidad, fuerza y resistencia para sentirme físicamente mejor personalmente y como mamá poder agacharme, correr, colgarme, arrastrarme sin problema al jugar con la bebé.
Algo que tengo muy claro es que quiero sentirme bien, quiero ser saludable aunque no delgada y no porque no quisiera o porque no me guste ser delgada, créanme si me regalaran el cuerpo de una top model o de la Venus lo aceptaría gustosamente, pero el cuerpo de una top model o de la Venus no es gratis, todo en esta vida tiene un precio y yo no estoy dispuesta a pagarlo, ¿cuál es el precio? es uno altísimo en esfuerzo físico, todos sabemos que no es fácil, si no, tener un sixpack en el abdomen sería sencillo y súper común, para lograr un cuerpo de escultura griega se necesita entrenar diariamente muchas horas y tener un régimen alimenticio muy estricto, y yo ni uno y mucho menos lo otro.
En ese aspecto estoy muy feliz y satisfecha en ser una mortal. Pero ser un mortal saludable es lo que a mi me interesa. Estoy dispuesta a cambiar hábitos sedentarios por más activos y a ceder en ciertas cosas a corto plazo pero no a largo. Por ejemplo durante el reto hice durante dos semanas una dieta más restrictiva, pero se que no sería algo que quisiera hacer durante toda mi vida y es que amo comer bien y lo disfruto mucho, lo hago porque es un placer y no para llenar vacíos como algunos que creen que todos los gordos comemos para llenar vacíos y "arreglar problemas".
Les voy a contar una historia, en mi vida una sola vez he sido delgada y disfruté un cuerpo bastante bueno en el sentido del cuerpazo, si tuve ese buen cuerpo y si logré estar tan delgada, llegué a ser talla 6 (mido 1.75 y generalmente fui talla 10, hoy soy 12), tenía unos pantalones 8, los más pequeños que he tenido y podía quitármelos sin desabotonármelos ni bajarme el zipper, por eso deduzco que llegué a ser talla 6, en fin, si logré ese cuerpo fue gracias a un trastorno alimenticio y mucho alcohol, no comía porque no sólo no tenía dinero para el supermercado sino que tampoco creía merecer comer porque no deseaba vivir, con la falta de alimento y el exceso de alcohol allí si trataba de "arreglar problemas" y "llenar vacíos", cuando comía lo hacía porque de verdad me moría del hambre y comía casi siempre sin disfrutarlo y a los ojos de los demás estaba guapísima pero por dentro era completamente infeliz y seguro que a pesar de estar delgada habría perdido una prueba de resistencia física, seguro me daba un infarto... para ser sincera si me disfruté el cuerpazo, era lo que había, lo que me quedaba y lo que me "alegraba" un poco ya que con él conseguía a los más guapos para pasar un "buen rato" pero casi todos esos guapos solo veían el empaque y no mi corazón que encima de todo estaba roto y necesitaba amor más que nunc.
Lo que como es una exquisitez, no piensen que mis lonjas son de aceite de palma de frituras de comida rápida, este cuerpo está hecho de los manjares más deliciosos del mundo, literalmente de los mejores y más exquisitos lugares del mundo, en fin... que si no cedo en la comida acepto que lo que debo hacer es más ejercicio y allí si cedo y me entrego con los ojos cerrados al entrenador o entrenadora y pongo todo mi esfuerzo una hora al día o a veces un poco más! por cierto Henry, Abraham, Elke, Dulce y Janina de Futeca Miraflores son lo máximo.
Lo que perdí...
Perdí 5 libras de grasa que se tradujeron en 4.5 centímetros de cintura y 3.6 de cadera y podría decir que "sólo" perdí cinco "libritas" pero esas "cinco libritas" para mí son un gran premio que me hacen sentir mejor y para perder diez, veinte o treinta... hay que perder una, luego dos, tres... cinco, etc. Pasé de ser un 30 a un 40 en la escala de body shape rating siendo 50 el promedio, el puntaje más alto el de un deportista de alto rendimiento y 100 nivel dios. Mi metabolismo mejoró y así inicié el proceso de vuelta a mi cuerpo pre-bebé por así decirlo. Es el principio lo que mas cuesta.
Lo que gané... eso fue muchísimo más!
- Gané fuerza, elasticidad y resistencia, lo que logro el día de hoy en el gimnasio no lo habría logrado ni de chiste hace dos meses, comprendí que el gimnasio no sirve sólo para verse mejor sino que es un motor de bienestar, sentirse bien es el fin de todo, el trabajo del gimnasio no sólo repercute en el espejo, impacta increíblemente la vida normal, la de todos los días, cuando debo cargar a la bebé quien ya pesa poquito más de veinte libras y debo agacharme al mismo tiempo a recoger algo del piso -ahora con una sentadilla o un desplante-, o debo también cargarla y también seis bolsas con paquetes, y ahora lo hago perfectamente y me agacho bien y no me siento inútil... sino todo lo contrario, me siento fuerte. Me encuclillo fácilmente para jugar con ella, me estiro para alcanzarla, retozamos al jugar y no me canso tanto, ya que cada vez la bebé se vuelve más ágil, pesa más y demanda más condición física de mi parte.
- Gané salud y no es que estuviera enferma porque gracias a Dios a parte de las células atípicas por las que me quitaron el útero, siempre he sido sana pero el ejercicio es un depósito en efectivo en la cuenta de la salud.
- Gané bienestar, me siento bien, siento que tengo más energía. Como dice un banner de Futeca "Healthier, happier".
- Gané más amor, agradecimiento y respeto a mi misma, después de tener a la bebé valoro mi cuerpo de una manera diferente, hice una humana con él y eso basta para amarme más y con el paso de los años ya no es como antes que uno dejaba de comer un día y el vestido que no nos quedaba entraba como guante, ahora después de los treinta (tengo treinta y siete y no me siento vieja pero tampoco me siento ridícula para creer que tengo quince) con este reto me respeto más y aprendí a exigirme con inteligencia, me doy cuenta que debo esforzarme más que antes pero me esfuerzo con amor y eso es respeto a uno mismo.
- Gané más horas del día, antes me levantaba a las 9am, yendo al gimnasio me levantaba a las 6am para estar en el gimnasio a las 7am, el día me rendía más y aunque al principio me costó muchísimo, logré tener el hábito y ahora aunque hayan días que no voy al gimnasio me levanto a las 7am en lugar de las 9am.
- Y lo mejor de todo: gané una gran amiga y un amigo para la Carmela bebé que espero sea por siempre! Ximena Díaz @habiaunavezunamama se convirtió en mi amiga y compañera de gimnasio por las mañanas, una a otra nos echábamos porras sobre todo ánimo para la levantada y los días complicados, es lo máximo Xime! sudor y muuuuuuuchas carcajadas cada mañana, hicieron que estos dos meses fueran los más divertidos.
Nunca antes me había gustado tanto, ni me había divertido tanto ir al gimnasio, muchísimas gracias Futeca Sport Gym, KidsMarket Magazine y She por hacer esto posible, gracias por esta experiencia espectacular! que el ejercicio y los buenos hábitos continúen! Muchísimas gracias!!! gracias!!!!
Recuerden: gordo no es feo,
las personas verdaderamente feas
son quienes tienen un corazón feo.