PANTONEMAGENTA

40 Días después: Lo malo, lo bueno y lo maravilloso

Y pasaron los famosos cuarenta días después del parto! En algunos momentos esos días se hicieron más largos que los nueve meses que duró el embarazo. Fue como bien lo leí en muchos libros, una época de acoplamiento y aprendizaje... hemos aprendido tantas cosas! y seguramente no es nada en comparación a toooooodo lo que aprenderemos a lo largo de nuestra paternidad pero por algo se empieza y hasta ahora les puedo contar cómo ha sido esta etapa que en sí no ha sido tan difícil, y como en todo, hay días buenos y días mejores, lo que sí, es que cada día es una sorpresa.

Lo malo o no tan bueno:

1. Los cambios de horario y de rutina. Somos seres de costumbre y cambiar nuestra rutina y horarios no ha sido tan divertido. Antes nos dormíamos a las 10:30 u 11pm y nos levantábamos a las 7am... a veces mirábamos una película y nos quedábamos dormidos sin ninguna preocupación, ahora nos dormimos a la misma hora, pero antes religiosamente bañamos a la bebé, a veces se hace pesado, quisiera ir del sofá donde vemos la serie de turno directo a la cama, pero no señora mamá... antes debemos hacer una parada técnica y bañar a la bebé.

2. De la cuarentena lo más, más, más difícil fue no poder manejar. Y con eso me refiero a conducir el automóvil, montar bicicleta o andar a caballo! hahahahaha!!! el no poder desplazarme e ir de un lugar a otro fue lo máaaaaaaas difícil, el depender de ser traída y llevada fue un reto! porque no es lo mismo estar en casa por decisión propia queriendo descansar, que estar en casa en reposo por orden médica, wow! eso sí que me costó! soy demasiado activa para estar taaaaaanto tiempo en casa sin poder salir y eso que amo estar en mi casa, pero taaaaanto tiempo es demasiado para mí.

3. En mi caso, el inicio de la lactancia. Como les conté en el post "La Primera Semana de la Bebé" Yo deseaba darle lactancia exclusiva peeeeero fue bastante duro, al parecer mis pezones son muuuuy delicados y se me dañaron tanto al punto de sangrar y tuve que relajarme, aceptar la realidad y darle una alimentación mixta.

4. La pérdida de independencia. Cada uno de nosotros en esta vida tiene un ritmo, el mío siempre ha sido rápido, muchas veces instantáneo, si quiero algo lo hago ahorita, voy y vengo sin depender de nada, muchas cosas son para ayer, y ahora... todo es leeeeento o a veces así lo siento y dependo de si la bebé tiene hambre, sueño, se hizo popó o simplemente no está de humor... si antes me tomaba una hora estar lista ahora me toma el doble o más del doble, porque tengo que alistarme yo y a la bebé y si tengo que estar a una hora en algún lugar debo tener mucho tiempo de ganancia para lograr estar a tiempo y aún así a veces ya estoy lista en la puerta y de pronto prrrrrrrruuuup! cambio de pañal y ni modo, toca y debo regresar, cambiar pañal y seguir. Antes todo era rápido, ahora debo compresionar y bajar la velocidad, y sobre todo estar abierta a cambiar de planes.

5. Los llantos sin ninguna razón. El llanto es frustrante sobre todo si la bebé ya comió, está limpia, no tiene frío ni calor... y llora... y llora. Y no estamos acostumbrados a los bebés, ni a su llanto. Es difícil no poder hacer nada aparte de cargarla hasta que se calma, lo peor es cuando la mamitis se apodera de ella y debo cargarla, y me encanta cargarla pero a veces quiero ir al baño y por tomar tanta agua debido a la lactancia debo ir al baño seguido y ella lo único que desea es ser cargada... es algo peculiarmente difícil... o necesito bañarme, ir al baño y bañarme son no negociables, no me voy a empañalar ni voy a dejar de tener mi bendito baño diario... y llora y desea ser cargada... esta es la parte difícil.

Lo bueno:

1. Solamente se despierta una vez de noche y es Jorge quien le da de comer, y en lugar de levantarnos a las 7am. nos levantamos a las 8:30, hemos tenido un par de noches que ha dormido de corrido y ha sido excelente.

2. Todo pasa y todo mejora y como seres de costumbre, adoptar nuevas costumbres aunque cuesta, con el paso del tiempo se hace más fácil y una nueva rutina poco a poco se vuelve la rutina normal. El tiempo pasa, el reposo termina, el baño, los cambios de pañal, la lactancia... todo se vuelve más fácil. 

3. Poco a poco el ritmo se vuelve más normal, me acostumbro a la nueva velocidad, cada vez soy más ágil con la bebé, me adapto a su ritmo y ella se adapta al mío, ya salimos por primera vez solas después del día cuarenta, para ser específicas: al día cuarenta y uno... y todo fue un éxito!

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Lo maravilloso:

Contar con un papá activo que desempeña su papel de manera espectacular, el es quien se despierta en la noche para darle de comer, y quien nos trae el almuerzo cuando estamos en casa. Quien baña a la bebé mientras yo le asisto, yo me encargo del jabón y él del agua (bañamos a la bebé en la regadera). Es un hombre responsable y amoroso que se preocupa por mí y por nuestra hija.

El hecho que nuestra bebé tenga a su abuela, mi mamá (porque Ángela, la mamá de Jorge, está ya en el cielo), y se la goce tanto como me la gozo yo. Tenerla tan cerca nos alimenta el corazón y el alma, es un verdadero regalo y una bendición infinita.

Tener a una bebé saludable que en cuarenta días ha crecido tanto y que cada día la vemos más hermosa y que cuando sonríe nos hace los papás más felices, eso es lo más maravilloso y lo que de verdad vale la pena.

La leche materna es el mejor alimento para nuestros bebés, asegura su salud, bienestar y felicidad. Esta semana es la Semana Mundial de la Lactancia Materna! Participa de manera gratuita en los talleres de lactancia en Bebé Juguetón a cargo de las expertas de la Liga de la Leche este fin de semana, para más información ingresa aquí.

La primera semana de la bebé: Curso intensivo de nuevas cosas

Carmela nació en la madrugada del jueves 15, todo fue un éxito, tanto que los doctores nos dieron opción a darnos de alta el viernes por la mañana o sábado, pero con Jorge decidimos quedarnos hasta el sábado para poder guardar mayor reposo y recibir visitas, ya que no las recibiríamos en casa por un buen rato. Las razones: por la cesárea no podría bajar ni subir gradas la primera semana y además es una etapa de acoplamiento que no nos permite atender otras ocupaciones aparte de la bebé y la vida diaria.

El primer día fue algo no tan difícil sino demasiado nuevo y como dice el dicho "el que no sabe es como el que no ve", cambiar un pañal nos tomó bastante tiempo, con un poco de miedo al manipularla, jamás habíamos visto una vagina tan pequeña... jamás habíamos cambiado un pañal en nuestras vidas. Algo maravilloso fue la bienvenida de sus hermanos gatos a Carmela, fue como una escena del Rey León, ya les contaré con detalles más adelante en un futuro post de "Gatos, embarazo y bebé".

La primera noche fue mejor de lo que nos imaginamos y si no dormí mucho fue por decisión propia, me dormía un mini ratito y luego me despertaba para ver si la bebé estaba bien, si respiraba, si estaba bien arropada... pura loca, y yo sé que así es el instinto de madre primeriza pero si me pasé vigilándola sin mucha tranquilidad, lo bueno fue que sobrevivimos y ella durmió muy bien.

Jorge divino, desde el primer día nos hizo la comida, se encarga de cambiar a la bebé cuando está en casa, viene a casa a almorzar para hacer la comida, vernos y apapacharnos, es un excelente y maravilloso esposo y papá.

La segunda noche fue mucho mejor, pasamos a la bebé del moisés a la cama para yo tener un poco más de paz y poder descansar mejor y fue mucho más tranquilo, esa noche la bebé solamente se despertó una vez para comer. La tercera noche volvió a dormir con nosotros en la cama y la siguiente ya de vuelta al moisés para nosotros estar más cómodos y ha funcionado de maravilla! además solamente se despierta una o dos veces para comer y así con Jorge hemos podido dormir entre seis y siete horas y lo bueno es que el día es día y la noche es noche, nuestro horario, aunque la mecánica ha sido modificada un poco, en esencia seguimos con nuestra vida. Sabemos que aunque ella es una  bebé, es nueva en este mundo y tiene necesidades especiales y específicas de un bebé, debe acoplarse a nuestro mundo y a nuestra vida, allí vamos poco a poco pero seguro.

El primer baño fue todo un evento, vimos un par de videos de YouTube, agarramos fuerzas y lo hicimos! Jorge sentado en la bañera tomando a la bebé con una mano y con la otra enjabonándola con esponja y yo fui la encargada de la manguerita para enjuagarla y después recibirla con la toalla, secarla y cambiarla... suena fácil y simple, pero cuando se hace por primera vez es algo épico!

En cuanto a la lactancia, creo que eso fue lo que más nos costó, yo tengo desde el momento uno, toda la intención y mejor actitud, pero no es tan fácil. Desde el hospital lo intenté y en el trámite de darle todo lo que podía, sobre todo el calostro que es vital, se me destrozaron los pezones, y la leche me tardó en bajar cuatro días, mientras tanto darle pecho era terrible, llegué a sangrar y a que se me salieran las lágrimas del dolor. Probé un ungüento que se llama Lanolat que me funcionó milagrosamente, me reparó muchísimo y ahora que ya me bajó la leche y tengo buena cantidad, gracias al té de ixbut, le doy todo lo que puedo y cuando se me ponen muy sensibles le damos fórmula, y es algo que al principio no quería, pero mi lema es no perder la paz y si no le puedo dar pecho algunas veces y ella tiene hambre, pues la vida se arregla con una pachita y listo, todos estamos contentos!

El jueves, el día que cumplió una semana, me tocó cita con el ginecólogo para quitarme los puntos, cosa que me hizo muy feliz porque sí era un poquito incómodo. Todo fue muy sencillo, algo de dos minutos y listo! Ese mismo día regresaba de viaje mi hermano y quedó perfecto porque yo obligatoriamente tenía que salir para ir al doctor, entonces aprovechamos y fuimos todos a almorzar para celebrar ambas llegadas, la de la bebé y la de mi hermano.

Ese día utilizamos por primera vez el carruaje y fue tooooodo un éxito!!! lo amé y supe que con ese carruaje habíamos tomado con Jorge y con la ayuda de los expertos de Bebé Juguetón, la mejor opción. El carruaje que elegimos es el Quinny Buzz Xtra, y nos encanta porque es compacto, cómodo en muuuuchos sentidos: se dobla fácilmente y se despliega con una sola mano al presionar un sólo botón, tiene una capota extra grande que protege al bebé en los paseos en exteriores, la canasta o asiento donde va el bebé se puede colocar en dos direcciones, ya sea viendo para atrás (a quien lo maneja) o de frente a la marcha, tiene ruedas todo terreno y la doble llanta delantera gira 360 grados. Además funciona desde el nacimiento ya sea en reclinado horizontal o combinado con portabebé MaxiCosi hasta las 50 lbs. (aproximadamente 3.5 años); y el diseño es hermoso! Es como un carro último modelo, cómodo y suavecito de manejar! Es una belleza de nave!!!

Una semana después, dormimos mejor, no es tan malo como muchos dicen, de seis a siete y a veces hasta ocho horas (en fin de semana) de sueño no está tan mal. El estrés es mucho menor, somos casi expertos cambiando pañales, la lactancia va mucho mejor, el baño lo vamos perfeccionando, la cesárea está cicatrizada y las molestias son mínimas, aunque sigo en "reposo" mi movilidad y actividad son mucho mejores y la rutina va volviendo a su normalidad, puedo trabajar (algunas horas del día) frente a la compu con la bebé en brazos, el fin de semana pudimos ver varias películas completas tipo date romántico con Jorge, almorzamos delis los dos mientras la bebé dormía... todo parece ir bien!