Tenía "una quinceañera" de no ir a la Ciudad de México y con Jorge moríamos por ir. Él al contrario mío, visitaba la ciudad con frecuencia, varias veces fue con su banda a tocar a México y la capital siempre fue uno de los destinos de las giras. Habíamos planeado el viaje para noviembre pero por cosas de mi trabajo tuvimos que aplazarlo y decidimos ir ahora en febrero a matar dos pájaros de un tiro, San Valentín y el cumpleaños de Jorge.
De entrada, me pareció muy cambiado y además, quince años después de mi última visita, mi visión es diferente. Nos hospedamos en el Centro, muy cerquita del Zócalo en el Downtown, que es hermoso! Es una ciudad del primer mundo... los edificios son espectaculares Art Deco, Art Nouveau, Neoclásico, Barroco, la variedad, la mezcla, los diferentes negocios, las abundantes propuestas culturales y gastronómicas hacen que la brecha con ciudades como París o Nueva York por ejemplo, sea estrecha, es una ciudad enorme y tiene de todo... de todo!!!!
Para movilizarnos UBER, el metro y caminar es lo mejor! y a grandes rasgos les comparto nuestros lugares favoritos ;)
COMER
Azul Histórico, ubicado en el interior del Hotel Downtown ofrece una propuesta gourmet de platos mexicanos, el ambiente es familiar y muy acogedor. Los desayunos son del cielo! el chocolate tradicional mexicano hecho con molinillo y servido en la mesa, con sabores como anís, vainilla, chile, jengibre, es un must. Y el pan, el pan! las conchas no tienen comparación, la mejor: la de chocolate, después de estas conchas, el pan dulce no es igual.
Taquearte, en la Colonia Roma. Los tacos y las gringas son de muerte lenta y las salsas, de cuidado! La gringa de nopales y hongos es sublime.
Mercado Roma, el consentido y favorito de muchos porque de verdad es algo DELICIOSO (con letras mayúsculas a propósito). Muchísimas opciones y propuestas diferentes. Nuestro favorito: Saigon Cocina Vietnamita, lo amamos con todo nuestro corazón, tanto, que comimos allí dos veces porque el Banh Mi de camarón es de chuparse los dedos.
Bendita Paleta, helados frescos de sabores muy mexicanos <3
Churrería El Moro, ¡Ay Dios mío! es de los pecados más ricos de esta vida. Los mejores son los churros con azúcar y canela, y los moritos con cajeta.
Café Toscano en La Condesa, una esquinita tranquila y muy romántica. El pastel de almendras y peras es lo mejor! y acompañado de chocolate con naranja y nuez es aún mejor mejor.
Peltre, el diseño es hermoso y la comida muy de casa, con mucho amor.
La Casa de las Sirenas en el Centro, ideal para cenar, la vista hacia el sitio arqueológico del Centro es hermosa y surreal. Nuestra recomendación: los camarones al ajillo con chile.
Catamundi en Polanco, el lugar favorito de mi hermano, nos lo recomendó de corazón y es una joya, la comida y los productos de la deli hacen que uno quiera quedarse a vivir allí.
Tomás Casa Editora de Té, un lugar que no puede faltar en la lista de los amantes del té, es una experiencia única, la variedad de tés es impresionante y el conocimiento del equipo es cautivador.
Comedor Jacinta, el nuevo restaurante del Chef Edgar Nuñez, a quien tuvimos el gustazo de conocer en persona y es encantador, es EL DESTINO para disfrutar una buena comida mexicana. Nuestra recomendación es el menú corrido pero ojo! hay que ir con hambre porque es vasto.
Puntarena, ubicado adentro del Downtown al igual que Azul Histórico. Es un lugar romántico ideal para cenar. Nuestra recomendación: las almejas al cilantro... uff!
REZAR
La Basílica de Guadalupe, no importa si se es católico o no, este lugar esta lleno de una energía muy especial, es la Iglesia más visitada después del Vaticano. Es una experiencia única poder visitarlo. Y si se es creyente, la experiencia es aún más fuerte.
Teotihuacan, el sitio arqueológico pre-hispánico y pre-azteca, a una hora de la Ciudad de México es anonadador y majestuoso, vale la pena el viaje y la subida de las pirámides, llegar a la cumbre de los templos es algo mágico.
AMAR
La Ciudad de México es la segunda ciudad con más museos del mundo, después de Londres, la oferta de exposiciones es inmensa y en poco tiempo es muy difícil visitar todos.
Antiguo Colegio de San Ildefonso. Tuvimos la dicha de lograr visitar sus dos exposiciones temporales: Tres Siglos de Grabado y China no es como la pintan. Por ser la xilografía parte importante de mi vida, la exposición de tres siglos de grabado es una verdadera delicia. Y China no es como la pintan, es una muestra delicada y hermosa, vale la pena visitarlas.
Palacio de Bellas Artes, asistimos al concierto de la temporada de la Orquesta Sinfónica. Fuimos para que nuestra hija tuviera por primera vez esa experiencia majestuosa. Las palabras para describir algo tan hermoso como un concierto de la Sinfónica de México en un lugar tan espectacular como el Palacio de Bellas Artes, se quedan cortas... lo que puedo decir es que me dolieron las manos de tanto aplaudir.
La Casa Azul, casa de Frida y Diego. Aunque la administración del lugar no es muy buena y para entrar tuvimos que hacer una línea de dos horas y media bajo el sol, por lo que les recomiendo, si van, comprar las entradas en línea, vale la pena! este lugar tiene toda la energía de Frida y Diego. Es físicamente el corazón de ellos, fue su hogar y un lugar más especial que ese, para hablarnos de su vida, de su núcleo, no existe. Es algo fascinante e impactante. Frida es grande, enorme, maravillosa por siempre.
Castillo de Chapultepec, joya hermosa! la caminata, la vista... ¡todo es bellísimo!!!
El Museo Soumaya y Fundación Jumex, es una parada obligatoria que vale la pena visitar, está uno frente al otro, lo cual es fácil y cómodo.
Por la falta de tiempo ya no pudimos ir al MUAC pero es el pretexto perfecto para volver!
Enamorados de la Ciudad de México, así es como nos sentimos. Iríamos más seguido, iríamos mil veces más, el encanto y el sabor de la CDMX es delicioso, es una ciudad fabulosa y maravillosa!