PANTONEMAGENTA

Recomendación: "Call the Midwife"

"Sororidad: Hermandad entre mujeres, el percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión.
Se traduce en hermandad, confianza, fidelidad, apoyo y reconocimiento entre mujeres para construir un mundo diferente."

Hace poco mi hermano Carlos Miguel, el hombre más feminista que conozco, me recomendó esta serie inglesa llamada "Call the Midwife" traducida al español "Llama a la Comadrona" ya que "Downton Abbey" me había dejado un gran vacío del encanto inglés del cual Jorge y yo nos habíamos enamorado. Me dijo que no podía perderme esta joya basada en una novela autobiográfica del mismo nombre, escrita por una mujer inglesa, Jennifer Worth, que relataba su vida y la de sus compañeras comadronas en la década de los cincuentas en el East End en Londres. 

Me dijo que iba a amar la serie porque estaba situada en Londres y obviamente el acento es hermoso, por la documentación histórica, porque trata del poder de las mujeres y porque las bicicletas son parte de esa historia. No se equivocó.

La serie es hermosa, se las recomiendo totalmente. A poco más de sesenta años de haber ocurrido la historia de la que trata la serie, es increíble darse cuenta que parece otra era, mucho más lejana de la mitad de siglo que ha transcurrido. El contexto histórico post segunda Guerra Mundial, pre pastilla y cualquier método anticonceptivo es algo que en pleno 2016 nos cuesta imaginar. 

Es una serie que a grandes rasgos se diría que trata de un grupo de mujeres comadronas que atienden a las mujeres de su área, quienes existen únicamente para tener hijos, pero la historia va muchísimo más allá. Es la historia de un grupo de mujeres heroínas, que al no existir un sistema de salud eficiente en una época donde no existían métodos anticonceptivos (y por lo tanto las mujeres no tenían herramientas ni alternativas) son el corazón de su comunidad, son las encargadas de atender los miles de partos que ocurren, se convierten en las confidentes de mujeres que posiblemente no tenían a nadie más que las ayudaran, son mujeres empoderadas que se encargan de empoderar a otras mujeres. 

Es una historia humana, hermosa y real. Además es interesantísima la relación de unas con otras. Las jóvenes, hermosas y solteras con las compañeras con quienes viven, las comadronas que son monjas. Me encanta la forma en la cual se relacionan, nadie pelea con nadie, todas comparten y unas aprenden de las otras. Aunque viven en la misma casa cada grupo tiene su vida, las laicas viven en el mundo y sacan todo el provecho de su juventud, salen, se divierten, dentro de la casa escuchan música, bailan y disfrutan de un buen trago de vez en cuando, las monjas salen solamente a trabajar y dentro de la casa rezan y cantan, pero en los momentos que comparten unas con otras, realmente comparten sus vidas, las monjas no critican a las otras ni las otras a las monjas; las monjas se interesan por las laicas, viven un poco el mundo a través de ellas, no son religiosas rígidas sino son mujeres humanas, y las que no son monjas aprenden a tener fé y a ser más compasivas a través de las monjas, a pesar que ellas no son religiosas. No es una casa fajada con corset sino una casa en armonía y bastante divertida.

Al final todas comparten la misma vocación: ayudar a las mujeres y eso es más fuerte que cualquier otra cosa, no importa si se es laica, monja, soltera, casada, de una raza u otra... En una frase esta serie es todo un ejemplo de sororidad.