¡Hoy es mi cumpleaños! y hace exactamente un año Jorge y yo estábamos de luna de miel en Paris celebrando.
Jorge y yo. Paris, mayo 2015.
"¡No hay palabras para describir la belleza y exquisitez de esta ciudad! Por algo es cuna de algunos muchos de los más grandes artistas de la historia. Solamente un día y se ganó nuestro corazón. La gente es súper amable, aman nuestro bello español, la calidez de nuestra tierra y con amabilidad perdonan la torpeza de nuestro muy escaso francés. No hay mejor lugar para el romance, todos se besan (nos besamos) en cada calle, en cada esquina, no en balde es la capital mundial del amor. Esta gente sabe vivir, definitivamente son expertos, ahora mi tatuaje cobra una nueva dimensión. París espectacular je te aime! Mi adorada Edith, el mejor soundtrack para este recorrido, ¡es demasiado bello! ¡Gracias Jorge por esta luna de miel maravillosa!" (nota que escribí en mi Facebook)
Café de Flore.
Ese día Jorge me preguntó a dónde quería ir a comer para desayunar y escogí Café de Flore porque es una película que me encanta y fue de las primeras que vimos juntos. Y el tema de la canción era parte del playlist de nuestro viaje, era el lugar ideal para empezar el día.
¡Nuestro desayuno! exquisito como todo.
Después de desayunar teníamos planeado alquilar unas bicis y dar una vuelta por Saint Germain y luego teníamos reservaciones para visitar la Torre Eiffel, era el regalo de cumpleaños perfecto. Le pedí a Jorge que en lugar de comer pastel, fuéramos a Pierre Hermé, la cuna de los macarons, a comprar la caja más grande para cantar el "Happy Birthday", debo decir que los macarons de ese lugar son como... indescriptibles, son demasiaaaaaado deliciosos, son hechos con azúcar extraída del cielo o de corazón de unicornio o algo similar, no son de este mundo.
Bicicleteamos un buen rato y llegó la hora de ¡ir a la Torre!, yo parecía niña de la emoción, no cumplía 34 años sino 12 al parecer, estaba nerviosa, feliz... sentía maripositas en el estómago, era la primera vez que iba a París, iba a conocer la Torre Eiffel, era demasiado, no lo podía creer. Anteriormente había tenido dos oportunidades de ir a París y por una u otra razón no se había podido, una de ellas con boleto en mano ya no fui, esa es oooootra historia. En fin, era el momento de hacer un sueño de mi "bucket list" realidad.
Llegamos y empezamos a subir... yo veía que Jorge iba "extraño" pero entre que nos habíamos mojado porque había llovido y me iba tratando de arreglar el pelo para en mi ingenuidad estar bonita para las fotos y los nervios de estar allí y no poderlo creer, no le presté tanta atención. Legamos a la cúspide y el viento soplaba muy fuerte y como estábamos húmedos por la lluvia, bajamos al piso anterior a la punta de la Torre. Jorge me compró una copa de champagne y volvimos a subir, volvíamos a bajar por el frío y Jorge me volvía a pedir que subiéramos, parecíamos los dos chiflados... finalmente el viento se calmó, Jorge sacó su cámara y el teléfono, se volteó y le dice a un chavo con camiseta de Boca (fue genial porque obviamente hablaba español), "podes tomarnos una foto por favor" y se dirige a la novia del chavo y le dice "y tu podrías tomar video de lo que va a suceder por favor". Yo entre la emoción de estar allí, la confusión de subir y bajar, el exceso de azúcar de los veinticuatro macarons que nos habíamos comido... *en cámara lenta* veo que el hombre maravilloso se hinca en una rodilla, saca una cajita de su chumpa y me dice "Carmela, yo se que ya estamos casados con el corazón pero te quiero dar este anillo y preguntarte si querés casarte conmigo"... yo solo le decía "¡no puede ser! ¡no puede ser! Jorge levantate, ¡Jorge levantate! te amo ¡te amo!" todo entre carcajadas de risa nerviosa a todo pulmón, mi cielo solo me decía "pero contestame" y obviamente le dije que ¡sí!.
Me sentí como una reina, como en una escena de película, el hombre a quien amo y me ama, en un lugar hermosísimo, ¡en la Torre Eiffel! ¿qué más podía pedir? puedo decir que ha sido el mejor viaje de mi vida, el mejor día de toda mi vida y todo va más allá del perfecto escenario, Jorge, quien me ama con el mismo amor que yo a él, un hombre discreto, reservado, se subió a una torre llena de gente (lo cual no le importó) por mí, para pedirme a mí, que me casara por la ley con él, fue un gran gesto de puro amor.
Ese día comprendí, entendí y aprendí que las cosas pasan por algo y también dejan de pasar por algo, que no importaba cuántas veces había tenido la oportunidad de viajar a Paris, era ésta la vez que debía ser, que había valido la pena besar a sapos para finalmente encontrar al príncipe (sí soy lo más cursi, lo sé, pero el amor me volvió así, cursi ridícula sentimental, yo sé...) que todo lo que había pasado en mi vida, bueno y malo, era lo que había hecho que yo estuviera allí, aquí. Fue maravilloso, maravilloso.
Sous le ciel de Paris
Además es fabuloso saber y darme cuenta que no somos personas "normales", empezamos una relación y al mismo tiempo empezamos a vivir juntos, nos fuimos de luna de miel y en la luna de miel decidimos casarnos por la ley... el compromiso no viene con el matrimonio, el compromiso existe desde el día uno y la boda y el matrimonio y todo lo demás es un extra y una celebración del compromiso ¡que ya existía!, pero ese es un tema que dejaré para después. Mientras tanto iré a celebrar porque ¡es mi cumpleaños! ¡hoy es mi cumpleaños! ¡hahahahahahahahaha!!!!!........... <3
