Fantasía — PANTONEMAGENTA

El desayuno siempre super especial, esta vez estuvo a cargo de Lalla's que inició como una panadería y pastelería familiar cuando el papá de la familia perdió la vista. ¡Inspirador al mil! — El desayuno siempre super especial, esta vez estuvo a cargo de Lalla's que inició como una panadería y pastelería familiar cuando el papá de la familia perdió la vista. ¡Inspirador al mil!

Desde hace un año que empezó CreativeMornings en Guatemala no me lo he perdido, excepto una sola vez. Me encanta este proyecto que nos acerca como comunidad y nos permite una vez al mes, nutrir nuestra mente con puntos de vista nuevos y también nuestro corazón al ver a tanta gente tan querida de manera periódica y también conocer nuevas personas con las que compartimos algo especial. Además desde hace unos meses que asiste Jorge, mi esposo, lo utilizamos como una excusa de un "date" mañanero.

Para quienes no han ido o no conocen este proyecto, CreativeMornings, consiste en una conferencia corta-desayuno una vez al mes, dirigida a la comunidad creativa (que al final la comunidad creativa somos todos... que "de poetas y locos, todos tenemos un poco"). Esta actividad se realiza en varios lugares del mundo, en alrededor de ciento cincuenta y pico ciudades para tratar un tema específico que nos inspira, nos hace pensar, nos acerca, nos conecta, nos hace conversar, nos cambia de alguna manera... para mejor.

Por supuesto que quienes hemos asistido hemos tenido nuestras conferencias favoritas y algunas nos llegan más que otras, porque no a todos nos gustan los mismos colores y eso también es parte de la vida. Mis favoritas hasta ahora han sido María Cecilia Díaz / El tiempo, Las De Tezanos / El lenguaje, Julio Prado / Ética, Juan Ignacio Ardón / El amor y Ashley Williams / Transparencia. Y como beneficio adicional de este proyecto, los videos de las conferencias se encuentran en el sitio oficial de CreativeMornings.com para que quienes no hayan asistido tengan acceso a estas charlas.

Este mes, noviembre, el tema fue "Fantasía", y la conferencia estuvo a cargo de Julio Serrano, quien me he topado en las calles del Centro pero nunca había tenido la oportunidad de escucharlo. Me gustó el punto de vista con el que abordó el tema y aquí escribo algunas de las ideas más importantes, que en lo personal me llegaron más.

La fantasía tiene que ver con "no hacer nada" ya que el fin de la fantasía es la fantasía misma. Eso me recuerda a mis clases de Filosofía en el colegio y en la universidad -una de mis clases favoritas- específicamente al "ocio activo" en el que aparentemente no hacemos nada pero que nos alimenta la vida de una manera especial, nos inspira, nos hace felices. Con la fantasía, sucede algo que no sucede con la creatividad: la creatividad busca resolver una necesidad, la fantasía tiene la necesidad en sí misma.

La vida, según García Marquez se divide en pública, privada y secreta. La fantasía está ligada a esa parte secreta de nuestra vida, como algo que se quiere hacer o algo que se ha hecho pero no lo decimos y lo dejamos únicamente para nosotros.

Me encanta la pregunta de cada sesión, rompe el hielo y nos hace conocernos mejor.

Pero lo que más me gustó y me llegó al alma fue la frase "no puede ser que hayamos venido a este mundo solamente para dedicarnos a trabajar". Si fuera así, ¿dónde queda lo fantástico de nuestras vidas?... esta idea es la que comparto más allá de todas las cosas que Julio Serrano dijo.

Hace unas semanas tuve una discución con una una señora que trabaja desde las seis y media de la mañana, y sale de la oficina a las seis de la tarde mas o menos. Yo le decía que yo no podría trabajar tanto tiempo, que jamás podría estar a esa hora diariamente en la oficina; a lo que ella me respondió "¿entonces a usted no le gusta trabajar?" casi me muero y en ese momento me fue imposible explicarle en dos minutos toda mi filosofía de vida. Solamente pude decirle que trabajar doce horas al día para mí no era una forma de vivir, que gracias a Dios yo tengo una vida y que además me encanta, que el trabajo es parte de lo que hago pero no es mi vida entera.

Ahora que tengo el tiempo y el micrófono (teclado) para mi, me encantaría ampliar mi punto de vista y sacarme del alma todo lo que no le pude decir a esta señora. Como antes dije, trabajar doce horas al día no es humano, si se trabaja doce horas y se duermen ocho (que para mí el sueño es sagrado), y se maneja rápidamente de la casa al trabajo y del trabajo a la casa de una manera mágica y el trayecto dura solamente media hora por viaje, quiere decir que ésta persona tiene para ella solamente tres horas al día... ¡TRES HORAS!.... ¡no! ¡no! ¡no! yo no podría vivir así, me niego a tener TRES PINCHES horas para mí, los humanos valemos más que tres horas para uso personal, y esas tres horas incluye el tiempo de baño... ¡me rehuso!

Yo en lo personal opino que lo mejor es trabajar ocho horas, dormir ocho y tener las otras ocho para uso personal... así sean ocho horas personales para "no hacer nada" que lo mismo que el sueldo, después de usarlo para lo que las responsabilidades mandan, el resto cada quien se lo puede gastar en lo que se le de la gana y no debe ser juzgado, que al final su sudor se sacó por ese anhelado cheque quincenal.

Yo disfruto despertarme, abrazar a mi esposo, bañarme, preparar el desayuno y comerlo en santa paz dignamente, ir a trabajar una jornada justa donde pongo mi mayor esfuerzo y dedicación, salir del trabajo, ir a comprar pan o algo rico para compartir en casa, llegar feliz a casa, estirar mis piernas, leer, imaginar, soñar, bocetar ideas de futuras obras, jugar con mis hijos gatos o ver un rato la tele, contemplar mi casa o simplemente no hacer nada o hacer lo que me plazca porque tengo necesidades humanas de relajación, recreación y fantasía. Luego, cenar con Jorge, platicar largo y tendido, ver la serie de turno, abrazarnos y dormir. Y no me siento culpable por ello, ni alguien que trabaje doce horas y me juzgue por no hacerlo, me hace sentir culpable. O algo peor, que alguien que desee que yo trabaje doce horas me hace sentir culpable, no, no, no. Yo no quiero eso para mí ni para los demás. Yo quiero realizarme y ver al mundo realizado, que alguien frustrado no es feliz y yo no quiero gente amargada y frustrada por estar encerrada todo el día en un cubículo. Recordemos que una persona feliz es un mejor trabajador y uno cansado y frustrado no lo es.

Creo que todos deberíamos ser más libres y más felices, soñar más, hacer más de lo que nos gusta, que como dice una frase que leí y me encantó: