PANTONEMAGENTA

De por qué ella es la persona a la que le debo todo lo que soy

Mi mamá y yo, circa 1982

Mi mamá y yo, circa 1982

Es mayo y aunque trato de celebrarla todo el año, el día de la madre es el pretexto perfecto para hablar de ella, mi mamá.

No lo tengo todo, pero tengo todo lo que necesito para ser feliz y una de las bendiciones y regalos más grandes de la vida es tener la mamá que tengo.

Mi mamá 1956, yo 1982

Mi mamá 1956, yo 1982

De todos los recuerdos de los momentos más importantes de mi niñez ella está en todos y siempre la veo como una mujer paciente (como santa), a veces demasiado paciente y siempre pendiente de sus hijos. Soy la más grande y por consecuencia tuve la dicha y la ventaja de haberla tenido durante casi cinco años solo para mí, si soy como soy, es por ella. 

Se tomó el tiempo para explicarme desde el principio, lo que cada cosa era, si iba al salón de belleza a cortarse el pelo o cortármelo a mí, sin que yo le preguntara, posiblemente yo aún no sabía hablar bien, tomaba por ejemplo las tijeras y me decía “estas son tijeras, ti-je-ras, están hechas de metal, son color plata, son un instrumento que sirve para cortar (y hacía la demostración cortando un papelito por ejemplo)… es un objeto que utilizamos las personas mayores para cortar, los niños solamente pueden utilizarlas si no tienen tanto filo y con la ayuda de sus papás, porque si las utilizan solitos se pueden cortar, cuando las utilizamos debemos tener mucho cuidado porque si no podemos lastimarnos….” y así podía hablarme de las tijeras por un buen rato, después de las tijeras tomaba otro objeto y la historia se repetía. Es posible que al contarlo pueda parecer aburrido y tedioso, pero no lo es en nada, imagínense lo maravilloso y excitante que es para un pequeño ser, nuevo en este mundo, aprender lo que es cada cosa, de la mano amorosa y paciente de la persona que más lo ama, es uno de los lujos más grandes y hermosos que la vida me pudo dar.

Desde siempre fue la persona que me aceptó tal y como soy, que si pintaba los árboles de color turquesa, morado, fuscia y jamás verdes “como la gente normal”, estaba bien y esa la recuerdo perfectamente, porque hubo un momento en mi vida escolar que mis maestras pensaron que tenía un problema de daltonismo porque nunca pintaba los árboles de color verde y a mi mamá, eso, jamás la preocupó, era de la mentalidad que si yo hacía las cosas de una u otra manera, era porque era especial “porque es una artista” decía.

Ella siempre muy discreta y recatada, yo extrovertida, adelantada y desatada, siempre me ha querido igual y nunca me ha pedido ser diferente a lo que soy.  Recuerdo la primera vez que me fui a vivir con un novio, me dijo muy circunspecta, “ay mija, ¿qué te puedo decir?, que Dios te bendiga y ya sabes que ésta es tu casa y siempre podrás volver” y en efecto, volví. Esa precisa vez, me equivoqué… Otro día le dije que me iba a vivir a Estados Unidos y de la misma manera que la anterior me dijo “que Dios te bendiga”, cada “locura” (como pensaría un padre promedio) que hice nunca fue motivo de enfrentamiento como muchos papás lo hacen, desde siempre, desde que era chiquita me dijo que para ella la confianza era algo muy importante, que si yo quería hacer algo seguramente lo iba a hacer, que ella prefería que le dijera la verdad a engañarla, pero que siempre recordara que si tomaba una decisión debía de ser responsable, que entre más libertad tuviera mayores responsabilidades tendría, es una sabia la mujer.

El día de mi boda junto a mi hermano y mi mamá

El día de mi boda junto a mi hermano y mi mamá

Los mayores regalos que la vida me pudo dar con mi mamá fue número uno: saber que me ama infinito; dos: la importancia de la educación; tres: la enseñanza de saber que podía ser y hacer todo lo que quisiera, que no existían límites para hacer realidad mis sueños y cuatro: que siempre había que luchar por ser feliz, y que nada ni nadie me podría quitar la felicidad, porque a pesar de cualquier contrariedad somos muy dichosos y la felicidad (siendo dichosos como somos) es una decisión personal… de mi mamá jamás recibí un golpe o un no.

Gracias por todo mama, te amo , ¡te amo!

Celebración de cumpleaños 60 de mi mamá, 2016

Celebración de cumpleaños 60 de mi mamá, 2016