Hace casi un año que decidimos hacer un viaje de luna de miel con Jorge, Istanbul fue uno de nuestros destinos y nos enamoramos de esa hermosísima ciudad. Visitar Istanbul es recibir un shot exótico lleno de magia y sabor.
Nunca antes habíamos volado con Pegasus Airlines, el servicio es excelente.
El aeropuerto de Istanbul lleva el nombre de Sabiha Gökcen, la primera mujer turca (y posiblemente de la historia) que a los 23 años fue piloto de combate.
Del aeropuerto tomamos un bus con destino a Kadikoy, y allí un Ferry a Eminonu (la parte antigua de la ciudad), la experiencia ¡súper romántica! de noche, la luna gigante... y la recomendación: subir al segundo nivel del Ferry a tomar el té, es una experiencia que no tiene precio... por sólo 35 centavos de dólar.
Decidimos quedarnos en una casa que alquilamos por Airbnb justo atrás de la famosa mezquita de Sultan Ahmet. Desde que llegamos nos impresionamos con la cultura, el olor de las especias mientras caminábamos a la casa, los diferentes fonemas del idioma, la manera de vestir, que aunque es posiblemente la ciudad "más occidental" del mundo islámico, es diferente a lo que estamos acostumbrados... desde la primera impresión es un lugar mágico, sin duda.
Sultan Ahmet, también conocida como Mezquita Azul. Fue la primera vez que el choque cultural se hace notar, número uno, la necesidad imperante de cubrirse la cabeza, los hombros y la espalda y los ritos religiosos diferentes.
El primer almuerzo debía ser un kebab, probé uno con pistachos espectacular. Jorge que es vegetariano no tuvo ningún problema. La cocina turca, a pesar de formarse en gran parte por la variedad de platos con carne, es muy amigable con las personas vegetarianas por todos los platos de granos, legumbres y verduras... y todo es delicioso.
De postre la recomendación: Kunefeh. Una especie de postre hecho de queso frito con sirope de azúcar, ¡fabuloso!
Fuimos al Gran Bazar y fue un sueño hecho realidad, solamente necesitaba un contenedor para llenarlo de toooooodo lo que quería comprar. Tardamos horas y no quería irme, eran tantas las cosas bellas, los colores, las artesanías, fue demasiado para mi corazón.
El mercado de especias es otro lugar fascinante, los sabores y aromas son indescriptibles, todo el lugar grita EXÓTICO, y eso que vivimos en Guatemala, uno de los lugares más exóticos del mundo, y es posible que a diario, no nos demos cuenta, pero sí, vivimos en un lugar muy exótico. Aún al día de hoy, casi un año después, todavía disfrutamos los tés que compramos, es algo maravilloso que, de alguna manera, nos hace volver a Turquía.
Recomendaciones:
1. Tomar el té en el Ferry a Eminonu.
2. Visitar las mezquitas.
3. Comer Kebabs. Todos los que se pueda.
4. Probar el Kunefeh.
5. En el Gran Bazar comprar al menos un plato de cerámica pintado a mano, un par de cucharitas, un pañuelo, un par de sandalias, un par de zapatos de kilim y una prenda de vestir típica como por ejemplo un kaftán. Consejo: Si viven en Centroamérica no les recomiendo comprar alfombras, la curación de alfombras turcas que tiene Big Apple es hermosa y súper amplia... y al mismo precio que en Istanbul... no vale la pena cargar o gastar en el envío, al final es más caro.
6. En el mercado de especias comprar mucho té, nuestros favoritos: de rosas, de cúrcuma y especias y el de manzana es algo que jamás nunca habíamos probado algo parecido y dulces "Turkish Delights", los favoritos son los de granada con pistachos.
7. Visitar el Palacio de Topkapi y al final del recorrido tomar un café turco a la orilla del Canal del Bósforo.
8. Visitar la parte moderna de la ciudad y la Plaza Taksim, atravesando el puente Gálata y visitando la torre Gálata, la Iglesia de San Antonio de Padua y la Calle Istiklal.
9. Tomar un ferry y tomar el tour al canal de Bósforo, que comunica la parte europea con la asiática de Turquía.
10. Ir a la Basílica Cisterna y conocer las Medusas.
11. Tomar jugo de granada y de naranja recién exprimidos.
12. Caminar mucho por toooooda la ciudad y probar todos los baklava posibles.
13. Probar los pudines de "The Pudding Shop", comprarlos para llevar y sentarse en el parque a comerlos, viendo a la gente pasar.
14. Ir a la ceremonia de danza tradicional de Derviches Giratorios o "Whirling Dervishes". Es una experiencia mística fascinante. Mi recomendación es dejarlo para el último día para cerrar el viaje con broche de oro. El mejor lugar es el de "Whirling Dervishes de Hodjapasha" y lo recomendable es comprar los tickets con anticipación.
15. Si el viaje de regreso es vía Aeropuerto Atatürk, vale la pena visitar el acuario que queda a 20 minutos, además si se necesitan hacer algunas compras, el acuario está conectado a un centro comercial bastante bueno.