Hace seis meses que nos mudamos a nuestro nuevo y definitivo (esperamos que así sea) hogar, decidimos empezar con un huerto en casa, finalmente haríamos realidad nuestro sueño de tener muchas plantas verdes, flores, frutas, verduras y condimentos en casa. Ya lo habíamos intentado pero no teníamos el lugar adecuado disponible… varios factores en nuestra contra no ayudaron a que nuestro huerto prosperara, así que al cambiarnos de casa y tener un espacio exterior amplio, lo que más deseábamos era nuestro huerto soñado.
Hoy les comparto diez consejos para iniciar un huerto en casa, me escriben mucho preguntándome y hoy les comparto lo que he aprendido, desde mi experiencia personal, tomando en cuenta que hace seis meses no tenía idea del tema y ahora tenemos un huerto hermoso por primera vez <3
1. Primero que nada, hacerlo. Este es el tipo de cosas que muchos deseamos y entra directamente en la lista de “algún día lo haré” y ese “algún día” se convierte en nunca jamás. Todo proyecto, inmenso, grande, mediano, pequeño y diminuto, todos… empiezan por el primer paso.
2. Si nunca hemos tenido un huerto en casa empezar de poco a poco, hacer una lista de cinco o seis plantas que deseemos tener, escoger si queremos vegetales, frutas, condimentos, flores… es como todo, uno empieza de uno en uno, si nunca haz tenido un carro/coche/auto, no compras una flotilla.
En nuestro caso nos abocamos a TuHuertoEnCasa y ellas tienen un kit con todo (más fácil imposible) y una lista de condimentos y frutos, escogimos doce, de esos doce no todos se nos dieron (es algo muy común, estén preparad@s, es normal que no todo lo que sembremos, lo logremos) pero los que sí se nos dieron, fueron un éxito rotundo. Logramos: tomates, brócoli, coliflor, repollo, repollo morado, menta, hierbabuena, albahaca y romero.
3. Escoger entre pilones o semillas. En lo personal, recomiendo empezar con pilones, son mucho más fáciles porque son plantitas ya lograditas, no como las semillas, con las que hay que empezar desde cero. Hagan de cuenta que los pilones son bebés como de 9 meses y con las semillas hay que estar embarazada y luego tener al recién nacido con el que hay que tener cuidado extremo con la mollera… hahahahaha!!!
4. Escoger dónde se va a sembrar, si cada planta en una maceta o varias en una maceta grande. Nosotros encontramos una maceta perfecta para verduras y condimentos en Cemaco, tiene el tamaño perfecto para tener varias y le caben más o menos entre 6 hasta 10 plantitas diferentes.
6. Investigar un poco a cerca de las plantas que vamos a tener en casa, todo está en Google: el riego, el tipo de luz y consejos varios que uno pueda obtener… que al igual que los hijos… uno investiga, escucha consejos… pero la palabra final la obtiene uno mismo con la experiencia. La investigación es una orientación que nos sirve para tener idea de lo que debemos hacer pero es la maravillosa prueba y error la que nos va a hacer aprender y saber cómo cuidar nuestras plantas en nuestra casa.
5. Ponerse manos a la obra y hacer el trasplante a la maceta o las macetas.
6. Observar. Debemos ver cómo se comportan nuestras plantitas todos los días. Han oído de la típica frase de “las parejas son como las plantas… hay que regarlas todos los días” pues tiene toda la razón, no en el sentido que hay que regarlas en sí todos los días, porque a veces no es necesario y las podemos matar ahogadas a las pobres, pero sí debemos prestarles atención y cuidado diario. Ver cómo están, si se ven bien, si necesitan agua, alimento, luz, sombra etc…
7. ¡Actuar! Si vemos que una planta no luce bien, ver qué podemos hacer. Por ejemplo, si las hojas de nuestra planta se empiezan a poner amarillas de forma uniforme, es posible que le estas echando agua de más… el problema persiste a pesar que la riegas menos… entonces tal vez la maceta no drena bien y el agua se le estanca… si está un poco amarilla en algunas partes, entonces tal vez le falta agua. Y así vas actuando, si ves que no luce bien y está en la sombra, moverla un poco hacia donde le pegue más luz, si ves que se quema, pues la mueves a la sombra o una sombra moderada a la hora del sol más duro… si no le gusta una cosa, pruebas otra, y allí es donde uno va aprendiendo a diario, hasta que aparece el ¡Eureka! acompañado de fuegos artificiales y confetti cuando finalmente uno le atina dónde y cómo va la planta viéndola uno florecer y ser feliz… y uno con ella.
8. Seguimos con el tema del CUIDADO DIARIO, que yo siempre pensé que no tenía “mano para las plantas” y lo que me faltaba era observarlas a diario para conocerlas y cuidarlas mejor. La plantas son seres vivos, y que no ladren como un perrito o no se comuniquen como un@ niñ@, no las hace menos vivas… al igual que el perrito o la criatura humana, el proceso no termina con adoptar el perrito, parir a la criatura o sembrar la planta… allí solamente inicia el proceso ;) y como todos los seres vivos hay que alimentarlos, darles agua, cariño, comprensión y ternura… todos los sacrosantos días. Algo que me ha funcionado es calendarizar la comida… abono las plantas cada primero de mes (a excepción de las orquídeas que son cada 15 días), eso es lo que me ha funcionado y a veces cuando veo que tienen hambre les doy un extra. A casi todas les aplico el mismo abono, ese tradicional de toda la vida que son bolitas azules, y a las flores uno en spray especial para flores que compro también en Cemaco… pero por ejemplo a las fresas les pongo además el café que queda en la prensa, y nos va de maravilla; también de vez en cuando que hacemos pasta, el agua que queda en la olla, la dejamos enfriar y regamos la tierra con ella, el almidón nutre las plantas. Cada vez que veo que tienen una flor u hoja marchita, se las corto porque así no pierden fuerza. Y cuando veo algún bicho que puede ser plaga, les aplico el spray multiusos de Savon que mata los bichos sin dañar la planta.
9. Después de cierta práctica, y que ya uno haya agarrado cierta confianza y conocimiento… hacer crecer el huerto. Nosotros la segunda maceta que pusimos en nuestro huerto, fueron fresas y tenemos fresas frescas recién cortadas casi siempre… trasplantamos un arbolito hermoso de calamondín, unas marigolds o cempasúchil como se conoce en México (y me encanta más llamarlas así), un eucalipto, una cola de Quetzal, un ciprés, sembramos eneldo y cilantro… el eneldo es regio… y el cilantro aún se me hace el difícil pero allí vamos. Recientemente para el día de la madre, armamos otra maceta como la de las verduras y condimentos, pero de flores con gardenias, claveles, begonias y zinnias.
El próximo plan es volver a sembrar unas semillas de espinaca y lechuga que las ahogó la lluvia - prueba y error - probaremos hacer un nursery, sembrando las semillas en macetas pequeñas para que de cierto tamaño podamos trasplantarlas a la maceta grande… y si todo sale bien, ya tenemos más semillas para hacer lo mismo con ellas.
10. Como todo en la vida, disfrutarlo y disfrutar el proceso. Yo he encontrado en la jardinería una afición que nunca pensé que me gustaría y llenaría tanto, tenemos el ritual de salir a diario a la terraza a verlas, saludarlas, hablarles y contemplarlas. Cuando salimos de viaje, nuestras plantas eran mi única preocupación y lo primero que hice al regresar fue correr a verlas, a ver cómo estaban, las había dejado bastante preparadas y esperaba que la lluvia las regara pero aún así me preocupaban… las plantas me relajan, las disfruto de una manera muy especial, nos dan sus frutos: es tan satisfactorio comer lo que nosotros mismos cosechamos aquí mismo en nuestra casa. Es tierno ver como llegan las abejitas a polinizar las plantas, cosa que le agradecemos, porque ellas polinizan nuestro huerto y el mundo, y sin ellas, como mencionaba en el post del apiario que visitamos hace unos meses: sin ellas (las abejas) más del 60% de los alimentos de origen natural que conocemos al día de hoy, dejarían de existir.
Si les llama la atención y siempre han deseado un huerto en casa, empiecen por una planta. Si creen que no tienen mano, empiecen por una planta. Y si no lo logran, vuelvan a intentarlo. No se queden con la gana. Nunca se queden con la gana de nada.